Cómo gestionar mejor tu tiempo

On 7 de octubre de 2014 by femeniname

Ya casi no nos acordamos de las vacaciones, hemos programado nuestras actividades para después del verano, nos hemos propuesto cambiar algunos hábitos que podíamos mejorar y, sobre todo, necesitamos tiempo… Y hablando de tiempo, de disfrutar, de vivir el presente… hoy vamos a reflexionar sobre la cantidad de tiempo que desperdiciamos, de los minutos que vivimos de verdad, de las horas que malgastamos, de los segundos sin saborear.

Nunca tenemos tiempo para nosotras mismas porque lo hemos comprometido con nuestras responsabilidades: el trabajo, la casa, la compra, la familia… incluso ir al gimnasio o llamar a nuestra mejor amiga son tareas pesadas que hemos encajado en nuestra apretada agenda. No podemos pasear, leer, descansar ¿por qué? ¡¡porque no tenemos tiempo!!

gestion_tiempo

TÉCNICAS SENCILLAS PARA GESTIONAR MEJOR TU TIEMPO

Establece prioridades

Teniendo en cuenta que el día tiene sólo 24 horas y que normalmente no vas a poder hacer todo en ese espacio de tiempo, vas a tener que aprender a priorizar. Desde el principio debes ser capaz de descubrir qué es lo realmente importante y qué otras tareas pueden ser delegadas para otro momento. Priorizar es aprender también a separar el “grano de la paja” y sobre todo sustituir las tareas urgentes por las importantes. Cuando algo es urgente, es que nuestra priorización de tareas no ha ido todo lo bien que debería. Busca en tu escala de valores a qué das más importancia y añade más de tu tiempo a ello.

Planifica y anota en una lista

Si nunca tienes “tiempo para nada” está claro que necesitas un plan. No te llevará más de cinco minutos crear uno. Basta que anotes en una lista qué es lo que quieres hacer durante el día. Tener un plan previo te ayudará a focalizar tus objetivos. Me dirás que no tienes tiempo para hacer esta lista ¡ya!, pero piensa que el cerebro tiene una capacidad limitada para almacenar información inmediata y a veces la saturamos. Utilizamos mucha energía para recordar detalles que serían muy sencillos de anotar y así precisamente es como nos liberamos de ellos. Saber que lo importante ya lo tenemos apuntado nos libera de la ansiedad de poder olvidarlo. Y lo que es mejor, una vez hechos: ¡¡tacharlos!!

Aprende a delegar

Supone en dar a otros responsabilidades consideradas como propias, es permitir a otros que lo hagan por mí. Muchas veces vivimos con la mentalidad de “solo yo lo hago bien” y es un gran error porque haciéndolo nosotros no les dejamos a los demás desarrollarse y darles autonomía para poder hacerlo por sí mismos. Esto se puede aplicar al trabajo, a la familia, a los hijos…

Se menos perfeccionista

No hay nada perfecto, no somos perfectas. Lo único que conseguimos con este perfeccionismo es estar insatifechas y con la autoestima mermada porque nunca vemos nuestras tareas terminadas y lo que es peor, también perjudicamos a los que nos rodean porque son incapaces de llevar nuestro ritmo. Los detalles son importantes pero no tanto… No necesitas invertir todo tu tiempo hasta que consigues un trabajo 100% perfecto.

Concéntrate

La concentración siempre es importante, aunque tengas que atender y solucionar muchos temas distintos. El objetivo es sencillo: ahorrar tiempo y minimizar errores. Centrarse en una tarea es poner los cinco sentidos en ella, disfrutar de la tarea en sí, de los pasos que conlleva, sea cual sea la tarea: cocinar, el proyecto laboral, llevar a los niños a las extraescolares, etc… A veces intentamos hacer tantas cosas a la vez que al final no completamos ninguna. En vez de esto, si concentramos todos nuestros sentidos en una única tarea y no la abandonamos hasta que finaliza, nos daremos cuenta de que somos capaces de hacer más cosas en menos tiempo y lo más importante: las haremos mejor.

Aprende a decir NO

Para mejorar la administración de tu tiempo es clave que no pierdas el control de tu lista y que no la sobrecargues. El día no puede tener más horas solo porque tu no sabes negarte a un favor, si no puedes, di tranquilamente que esta vez no puedes. Cada vez que aceptamos peticiones que no podemos o no tenemos ganas de realizar, nos estamos menospreciando nuestro tiempo y nuestras prioridades.

Descansa

Una vez hayas concluido una de tus tareas más importantes, concédete una pausa para despejar la mente y encarar otras tareas con más energía. Prémiate al final del día, piensa que te lo mereces, descansa.

No lo olvides:

La vida es única, es tuya y es tu tiempo, disfrútalo, el tiempo no vuelve. Es ahora o nunca.

Deja tu comentario