La vida es como un viaje
La vida es como un viaje que tenemos pendiente. Podemos empezar a disfrutar desde el mismo momento que lo diseñamos o sin embargo puede ser una larga responsabilidad que tenemos la obligación de preparar. Este viaje puede ser una aventura apasasionante, un trayecto monótono, un plan pensado por nosotros, una visita organizada por otros, un viaje personalizado o un viaje a un destino sin ningún encanto. La vida es así. De las decisiones que tomemos, de cómo lo preparemos y lo afrontemos va a depender cómo nos vaya en este viaje.
Desde niños afrontamos este viaje y nos encontramos con millones de sucesos, emocionantes, dolorosos, alegres, divertidos y sin sentido. Algunos eventos los elegiremos nosotros, o creeremos haberlos elegido, otros llegarán sin que los podamos elegir. Unos los percibiremos como negativos y sentiremos emociones negativas, otros los viviremos como positivos y tendremos emociones positivas. Viviremos aventuras de amor, de amistad, de miedo, de sorpresa, de llanto, de risas y estos momentos, todos los momentos de nuestro viaje son únicos e irrepetibles y cómo los vivamos depende de nosotros. Este viaje, esta vida, es un regalo que hay que disfrutar, así que es mejor diseñarlo para que nos resulte lo mejor posible.
Elegimos quiénes nos acompañan en nuestro viaje, elegimos el medio de transporte, el lugar donde queremos ir, cómo queremos pasar nuestros días. Podemos diseñar un viaje a nuestra medida, en función de nuestras posibilidades, en función de lo que tenemos y queremos. El viaje es nuestro, nosotros lo pensamos, lo soñamos y lo vivimos. Así es la vida, así es nuestro viaje.
Para saber si estamos viviendo la vida que queremos vivir tenemos que reflexionar, si sabemos a dónde queremos ir, si sabemos hacia dónde vamos y hacia dónde iremos. Vamos a construir la vida a nuestra medida, a nuestro gusto y con nuestros objetivos.
Como dice mi querido compañero Josep Aguilella:
«La vida puede ser un trayecto largo o corto,
pero siempre debería ser un placentero viaje
y no únicamente un simple destino….»
En definitiva, viviremos como hayamos decidido vivir.
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Jo, un placer que me hayas colado entre tus textos…! A veces lamentablemente creemos que la vida es complicada, sin darnos cuenta que realmente somos nosotros mismos quienes nos la complicamos…
Un beso de esos… de los de no me canso de leerte y unas gracias.
Es para mi un placer leerte en tu maravilloso blog y aprender de ti todos los días. Creo que eres un buscador de vida, estás en la aventura y eso lo reflejas. Un beso de mucho cariño virtual.
Gracias chica A. (Dijo él tocolorao)
Me ancanta la filosofía del viaje de la vida. Aunque yo llevo una mochila bastante pesada… A var si consigo decargar un poco el peso 🙂
Pues sí Sara. Es mejor planificar el viaje para no tener que llevar mucho peso, en la medida de lo posible, claro 😉 . Un beso.
Lo mejor de cualquier viaje -incluido el de la vida- no es el destino, sino la aventura del recorrido. Por eso me gusta tu post.
Efectivamente Chelo, ya se que, como Josep, tú también estás en el viaje. Por ahí nos encontraremos 🙂
Por supuesto que sí 🙂
Estoy de acuerdo contigo ✈
Es increíble la experiencia que acumulamos en la vida, pero algunas veces olvidamos esos grandes momentos pensando solo en la meta o destino que nos propusimos, el ahora es lo que tenemos que disfrutar al maximo y no estar pendiente de lo demas, lo que tiene que llegar llegara, saludos.
Es increíble la experiencia que tenemos gracias a esa meta que nos proponemos, pero aveces pensamos solamente en llegar y se nos olvida disfrutar el ahora, ese momento que solo vivimos una vez, debemos aprender a vivir el hoy, ese ahora, para poder decir que aprendimos a disfrutar del trayecto, saludos.