Los colores y las emociones
Siempre hemos asociado algunos colores a sentimientos o estados de ánimo, por ejemplo el verde es ecología, el azul limpieza el rojo pasión… Pero aunque estas asociaciones pueden parecer artificiales, existe una base real, pues la relación entre el color y las emociones se conoce desde hace tiempo. No solo se debe a que la luz de un día o el tono de una estancia puedan influir en nuestro estado de ánimo sino porque los colores que vestimos o utilizamos pueden tanto ser reflejo de cómo nos sentimos como influir en nuestros sentimientos del día. No es casualidad que cuando nos sentimos alegres y optimistas preferimos los colores más llamativos, o que los días luminosos nos sintamos con más fuerza y ánimos que los días grises y nublados. Como ser es humanos somos animales diurnos (en general) y preferimos la luz del sol, al igual que las temperaturas agradables nos activan o las altas y bajas presiones afectan a nuestro ánimo, ya que mucha gente incluso llega a desanimarse en los días plomizos…
Existen diversos estudios que relacionan colores con emociones, pero la mayoría asocian emociones similares en los mismos colores, con ligeras diferencias. También se afirma que la intensidad del color (cuán luminoso es, o cuán saturado) es proporcional a la intensidad de la emoción, de esa manera se establece una clasificación genérica de emociones, o grupos de emociones asociados a colores determinados:
Por tanto, si creamos un círculo con toda la gama del arco iris, podemos relacionar una deterinada emoción con un color o una zona del espectro, y viceversa, y además darle una intensidad a esa emoción. Cuando tratamos con colores suaves, en la zona externa y más clara de la rueda de color estamos hablando de baja emotividad o incluso apatía, mientras que los colores intensos y saturados tienden a expresar decisión o intensidad en las emociones.
Así que podemos decir que la intensidad de una emoción y su “tono” se pueden identificar según su posición en la rueda de color. Y de la misma manera que los colores se matizan según se acercan a otro, las emociones hacen lo mismo. Las del grupo de enfado, por ejemplo, pueden pasar de la distracción a la frustración en función de si están cerca del morado o cerca del naranja. Y no es por casualidad que en inglés “blue” signifique también “triste” ;-D.
Quería agradecer a mi compañero blogger elsindromedelahojaenblanco la información e ilustraciones que me han servido de fuente para este post. Gracias, Miguel, por tu elegancia y tu buen hacer en este mundo que es internet. Se aprende mucho contigo.
Gracias por la mención, es un placer colaborar contigo 🙂
Gracias Miguel. Como he dicho en el post se aprende mucho de ti. Un beso y siempre serás bienvenido en esta casa 😉
Psicológicamente vestir usando un color u otro influye, no sólo en nosotros mismos sino mucho más en los que nos rodean, influyendo como nos ven; de hecho es un recurso que yo usaba en mis clases, ¿te acuerdas de los colores predominantes que yo vestía? ¿y en el material didáctico que os preparaba?: 1, 2 y 3.
Saludos
PabloD [ http://pablodgourmet.com/ ]
Claro que me acuerdo Pablo. Siempre me ha gustado mucho «tu color». Saludos
Es que los colores dicen mucho de uno, pero muy poca gente se para a pensar en ello, sólo en la apariencia física.
PabloD [ http://pablodgourmet.com/ ]
es verdad tienes rasón mucha gente se deja llevar por las apariencias, y como dice el dicho las apariencias engañan
chicos me parecio que se les olvido el color rosado, pero me encanto la charla esta muy buena, y una cosa el color amarillo significa alegria y felicidad.
Estuvo mortal saber sobre colores