Recuerdos de una niña de marzo de 1968

On 3 de septiembre de 2012 by femeniname

marzo_68_femeninameEsta niña de la foto que está sonriendo soy yo, la de al lado es mi hermana. Nací en marzo del 68. Soy una niña llena de ilusiones, de inocencia, de picardía… Mi madre me hacía moños y coletas con lazos para luego ponerme perdida de barro en la fuente frente a casa. Recuerdo que en «parvulitos» tiraba el vaso de leche de vaca fría que me daban en el recreo, recuerdo todas las chuches que te comprabas con el duro que te daba tu abuelo y la furgoneta Avia naranja de mi padre. Del pueblo a una ciudad dormitorio. El cambio fue emocionante pero aún tengo miedo a los edificios altos y en construcción.

Y esa niñez, el gusto por las cosas sencillas, la risa porque sí, el llanto porque no. Recuerdo los juegos de recortables y dibujos de princesas imposibles que luchaban con los superhéroes. Las Nancys, mutiladas por los ensayos de corte de pelo, pintada de uñas y de labios. Creo que me gustaban las muñecas que no se parecían a nuestras madres.

El cole. Recuerdo la pizarra verde, las tizas con las que se escribía «Lunes 5 de marzo de 1977» y las mesas de la clase, que se distinguían entre niños buenos y malos, los buenos delante, los malos detrás. Copiar 100 veces la palabra al que le olvidaste la h, las risas en el patio, el juego del truque y la comba. Sobre todo recuerdo los olores: a mi nuevo libro de francés (los otros eran heredados de mi hermana), a la guitarra recién estrenada, el olor de mi padre a tabaco cuando venía del bar de jugar la «partidilla». Y esas manualidades que me enseñaba mi madre y que tanto me gustaban: los cuadros de hilos, el macramé, las pajaritas, los barcos de papel, las pulseras.

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En el instituto de repente yo crecía según menguaban mis notas. Las primeras chuletas en el boly bic que luego nunca me atrevía a sacar, las burlas al profe más blandito. Recuerdos también del verano en el pueblo, el primer amor y el primer desamor, el primer beso, la carpeta llena de corazones, las canciones de Los Pecos, las baladas de Leño, Asfalto, los Chichos, Mike Oldfield, de todo un poco… La alegría de conseguir al chico que te gusta, la admiración que le tienes porque ya trabaja y tiene un coche. Los juegos a ser mayor, los miedos a ser mayor… Los primeros suspensos escondidos, el primer sorbo a alcohol, el primer mareo, las primeras risas de libertad… la rebeldía, el 124 de mi padre cuando empecé a conducir. Y el contraste con mi vida en los campamentos, la chica de la guitarra, el chico que te gusta te ha mirado, el amor a la naturaleza, el valor a esa naturaleza, saber pertenecer a un grupo, dormir con ronquidos y olor a pies, lavarte en el río y andar, andar porque andando llegas a lugares nunca vistos. También recuerdo la facultad … y ahí me quedo que da para otro post de juventud.

Ahora esta niña ya se ha ido, pero dentro de mí, haced cuentas mi edad actual, dentro de mí, tengo las mismas sensaciones en otros escenarios: cuando conocí a mi compañero de viaje, cuando ví a mis hijos por primera vez, las charlas filosóficas e interminables con mis amigas, los viajes a ninguna parte, las historias del trabajo, decorar mi casa. Al final sigo siendo esa niña proyectada en la mujer que soy ahora, llena de ilusiones, de inocencia y de picardía.

Quería dar las gracias a la gente de «Yo fui a EGB» por haberme devuelto estos recuerdos de mi infancia y darme permiso para compartir algunas de sus fotos, no os perdáis su página de facebook y su blog:

Blog: http://www.yofuiaegb.com/ Página de Facebook: http://www.facebook.com/yofuiaegb

17 Responses to “Recuerdos de una niña de marzo de 1968”

  • Anónimo

    Genial tu comentario. Me ha hecho recordar mi infancia tambien.
    Un abrazo pretoriano. 🙂

  • Nuria

    Me ha encantado. Me recuerda mucho también a mi infancia. Tuve una nancy exacta a la de la foto. Que años aquellos. Gracias femeniname me has hecho sonreír de nostalgia 🙂

  • Merche

    Cuando me preguntaron hace poco ¿qué es la EGB? despues de la sorpresa no pude evitar reirme al recordarme a mi misma de niña pensando en lo viejos que eran esos que hicieron «cuarto y revalida»…

  • Susana

    ja ja ja, pues para añadir una nota divertida os diré que guardo un pequeño resquemor de mi infancia. ¡¡¡¡Yo quería una Nancy!!! ¿por qué decidieron que me iba a gustar más Lesly?. Me vendieron la moto de que era la hermanita de Nancy. Hoy, años después, casi acabo de enterarme de que era mentira, No guardaban parentesco en absoluto.
    Y puedo decir lo mismo de Nenuco. Yo tuve a Baby Mocosete … ¡¡¡por qué!!!!
    Eso sí, mis barriguitas que no me los toque nadie. Eran mis favoritos. Y tuve un montón: el negrito, el chino, el blanco, el indio …
    Ah! qué bonitos recuerdos
    Un abrazo a todas las féminas
    Susana

  • Que bonitos recuerdos me has hecho rememorar!

  • libelia

    Yo también soy una niña del 68, del día justo, más menos, en que nos daban las vacaciones de Navidad. Yo tuve una Fany negra, la Nancy le tocó a mi hermana. Tu foto me ha recordado muchísimo a las nuestras, ese jersey, esa super mini por la que sobresalían los lazos de las braguitas, mi hermana más alta…Yo también empecé a conducir en el 124 de mi padre. TAmbién recuerdo la pizarra y la tiza, las compañeras, los profesores, mi Barriguitas negro (fue el último juguete que me regalaron) y, como dices tú, los olores. Los olores siempre perduran, en un rincón de la memoria, dispuestos a estallar en forma de recuerdos, de nostalgia.

    Gracias por este trocito de pasado. Un abrazo!!

    • Que casualidades, verdad? Disfrute mucho recordando mi infancia, me alegro que te guste. Me encanta verte de paseo por aquí. Por cierto, me he acordado de ti porque estoy en Amsterdam, mucho sexo y pensé yo lo compro en Libelia. Anímate a un post de este tema. Un beso.

      • libelia

        Amsterdam!!! Cómo me gustó cuando fui en viaje relámpago, tan relámpago que sólo estuve un día, ya sabes….en esos años de juventud en los que se recorrían en coche 2000 kms en cuatro días y volvías con la alegría de haber visto mundo, aunque hubiese sido sólo por unas horas. Fascinante la noche allí, sí, aunque imagino que habrá cambiado desde que estuve allí hace unos 20 años. Gracias por darme ideas, las necesito. Un besote.

  • Javi

    Como me trasladan tus palabras a aquellos días inolvidables… Risas pícaras y fresca rebeldía. También frescos los días con aroma a verde intenso y por la noche… haremos lo de siempre porque nos gusta y porque nos divierte…

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